Mi nombre es Ricardo Aguayo González, y el nombre del proyecto es Impacto Social o DHSY: Triunfo Docente en la Era de la Generación Z.

Sabemos que en el modelo educativo TEC21, el impacto social es fundamental. Por otro lado, también somos muy conscientes de que el Tecnológico de Monterrey está profundamente comprometido con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, a través de la Ruta Azul.
Hoy en día tenemos mucha tecnología: contamos con ambientes de aprendizaje activos, técnicas didácticas, aplicaciones, plataformas... y ahora, inteligencia artificial. Y sin embargo, lo más importante sigue siendo una pregunta básica: ¿cómo motivamos? O aún más, ¿cómo inspiramos a nuestros estudiantes para que realmente se involucren y desarrollen las habilidades que necesitan?
Este proyecto se desarrolló en el marco de una unidad de formación llamada Equipamiento comunitario, de la carrera de Arquitectura. Se trató de la remodelación de la sede de Casa Fuente, una organización que atiende a migrantes y a niños y niñas que han sufrido violencia. Por un lado, está el impacto social evidente. Pero además, queríamos que la remodelación fuera sostenible, es decir, reducir el consumo de energía. Con esto, contribuimos no a uno, ni a dos, sino a ocho ODS distintos.
Y eso es precisamente el objetivo: enganchar, inspirar a los alumnos, y lograr un aprendizaje significativo en una experiencia con resultados concretos.
Cabe mencionar que mi área de especialidad es el diseño bioclimático, es decir, el diseño de edificios con cero emisiones de carbono. Desde el inicio, les explico a los estudiantes que sí, su trabajo tendrá un impacto social con personas migrantes o víctimas de violencia —y eso, por sí solo, ya los conmueve— pero además les muestro que, a través del diseño arquitectónico, podemos reducir el consumo de energía a nivel global. Hoy, los edificios representan el 36% del consumo energético y el 39% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Si diseñamos con conciencia, podemos reducirlo al mínimo. En otras palabras, si hay una disciplina clave en el combate al cambio climático, es la arquitectura.
Y a partir de ahí, empiezo a sensibilizarlos. En los correos que les envío, los llamo la generación de la esperanza. Les digo que cuando estén con sus familias, no digan solamente que estudian Arquitectura, sino que están estudiando para salvar la vida en el planeta. Esto tiene un efecto increíble en su motivación, en sus ganas de aprender, no solo en mi área de especialidad, sino en todas las que se vinculan con el proyecto.
Al final, el impacto fue tan importante que los estudiantes no solo entregaron sus proyectos a Casa Fuente como donativo, sino que además organizaron colectas y rifas. Gracias a eso, la asociación formadora recibió un cheque con una cantidad de dinero que ayuda directamente a su labor.
Creo que si combinamos el impacto social, los ODS y la Ruta Azul —que en el caso de arquitectura significa salvar la vida en el planeta mediante edificios cero emisiones de carbono— con ambientes activos de aprendizaje, lo que obtenemos es precisamente eso: el triunfo docente con esta Generación Z, que está cerca de la realidad, pero muchas veces no la conoce. Nuestra misión es acercarlos a ella. Y este proyecto fue una muestra de que se puede lograr con resultados extraordinarios.
Conoce más de este proyecto
Docente participante:
Ricardo Aguayo
Es licenciado en Arquitectura por la Universidad Nacional Autónoma de México, donde obtuvo la Medalla Gustavo Baz Prada, y la Mención Honorífica en su examen profesional. Especialista en Heliodiseño por la misma casa de estudios. Maestro en Educación Superior por la Universidad Intercontinental, donde le fue otorgada la presea “DUCIT ET DOCET” [“Conducir y Enseñar”]. Doctor en Arquitectura por la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, donde se le concedió el CUM LAUDE al termino de la defensa de su tesis.
Cuenta con 9 cursos cortos en países como Estados Unidos, España, Francia, Italia, Grecia, y Holanda. Ha publicado y dictado ponencias en revistas, seminarios, y congresos nacionales e internacionales especializados en arquitectura bioclimática, iluminación, y acústica. Ha sido miembro del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (SNI/CONACYT). Miembro fundador de SUMe, A. C. (Sustentabilidad para México ( http://www.sume.org.mx/) representante en México del WGBC/USGBC/LEED).
Actualmente se desempeña como consultor en diseño arquitectónico bioclimático y es académico Investigador de tiempo completo con nivel de asociado, en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Ciudad de México, donde le fue reconocida su trayectoria docente con la Medalla al Mérito Académico 2004-2005; 1er. Lugar nacional del premio a la Innovación Educativa 2013 de la categoría "Proceso de Enseñanza-Aprendizaje"; 2do. Lugar nacional del premio a la Innovación Educativa 2014 de la categoría "Gestión de la Innovación"; y PROFESOR INSPIRADOR 2016 / Región CDMX.