Cada competencia cuenta con al menos dos rutas sugeridas de desarrollo, equivalentes en nivel de esfuerzo, pero con distintos grados de flexibilidad en sus elementos y formatos de aprendizaje. Esto permite que cada ruta se adapte a las necesidades y contexto de cada docente.
A continuación, se presentan un ejemplo que ilustran cómo se estructuran las rutas para el desarrollo de la competencia Integración de tecnología para el aprendizaje.