Escuchar con atención: Presta atención a lo que los demás tienen que decir, sin interrumpir ni juzgar.
Ser empático: Ponte en el lugar del estudiante. Si cometen un error, no lo veas como algo negativo, sino como una oportunidad de aprendizaje.
Expresar opiniones con respeto: Comunica tus ideas de manera clara y respetuosa, sin atacar ni insultar a los demás.
Aceptar las diferencias: Reconoce y valora la diversidad de opiniones, creencias y culturas.
No corregir frente a otros si no es necesario: Siempre que sea posible, trata de hacer correcciones en privado o de manera que no avergüences al estudiante frente a sus compañeros. Esto crea un ambiente más seguro y propicio para el aprendizaje.
Ser honesto y responsable: Cumple con tus compromisos y sé responsable de tus acciones.